Foto por El Tiempo.
Con una carrera que abarca más de tres décadas, la evolución de Aterciopelados se ha convertido en un viaje musical que ha llevado a la banda a explorar diferentes estilos y mensajes a lo largo del tiempo. Nacida en 1990 como Delia y los Aminoácidos, la agrupación fue fundada por Héctor Buitrago y Andrea Echeverri, dos espíritus rebeldes que recorrerían los bares de Bogotá en busca de un sonido auténtico y provocador. Hector, uno de los fundadores de La Pestilencia, encontró en Andrea –quien adelantaba sus estudios en la Universidad de los Andes– la compañera perfecta para transformar el panorama musical de Colombia.
En 1993, la banda se reinventó bajo el nombre de Aterciopelados y lanzó su álbum debut Con el Corazón en la Mano. Este disco no solo los catapultó al estrellato, sino que también los consagró como el grupo de rock más popular del país. Con letras de calle como Mujer Gala o Sortilegio y una producción muy punk, Aterciopelados ofrecía una propuesta fresca y genuina, convirtiéndose en la voz de una generación hambrienta de cambio.
El siguiente gran hito llegó en 1995 con El Dorado, álbum que marcó un antes y un después en su carrera. Con temas inolvidables como “Bolero Falaz” y “Florecita Rockera”, la banda se abrió paso en la escena internacional, compartiendo escenarios con gigantes como Soda Stereo y Héroes del Silencio en giras por Estados Unidos y Europa. Poco después, La Pipa de la Paz (1997) consolidó su estatus, alcanzando Disco de Oro en Colombia y obteniendo una nominación a los Premios Grammy. Estos primeros trabajos se han convertido en verdaderas joyas del rock colombiano, en donde se plasma la esencia y el espíritu rebelde de sus inicios.
@museodelrockcolombiano Aterciopelados es una de las bandas más icónicas del rock colombiano y latinoamericano. Fundada en Bogotá en los años 90 por Andrea Echeverri y Héctor Buitrago, fusiona rock, pop y sonidos folclóricos con letras de crítica social y ambiental. Con discos como El Dorado y La Pipa de la Paz, lograron reconocimiento internacional y varios premios Grammy. Su estilo único y su mensaje han dejado una huella profunda en la música hispanoamericana. #museodelrockcolombiano #rockcolombiano #aterciopelados #live ♬ sonido original - Museo del Rock Colombiano
Durante la década de los 2000, Aterciopelados comenzó a alejarse del rock y se adentró en territorios inexplorados. Con discos como Caribe Atómico y Serie 2000, la banda experimentó con nuevas sonoridades y se comprometió con causas sociales, fusionando el rock con ritmos y mensajes de transformación. Aunque en 2005 Andrea Echeverri emprendió una carrera solista, la fuerza de la unión volvió a hacer presente al lanzar Oye en 2006, un proyecto cargado de crítica social y energía rockera, seguido de Río en 2008, que reafirmó su compromiso con la justicia y el medio ambiente.
La década de 2010 trajo un nuevo aire a la banda. En 2016, el lanzamiento del CD Reluciente, Rechinante y Aterciopelado contó con la participación de destacados artistas como León Larregui, Macaco y Goyo de ChocQuibTown, reafirmando su capacidad de colaboración y adaptación. Dos años más tarde, el álbum Claroscura ofreció colaboraciones con Ana Tijoux y Jorge Celedón, y la inclusión en un disco tributo a Juan Gabriel, ya muy lejos del sonido bogotano que los vio crecer.
A lo largo de su trayectoria, Aterciopelados no solo ha dejado una huella imborrable en la música, sino que también se ha destacado por su activismo y compromiso social. Nombrados Embajadores de la Paz por Amnistía Internacional en 2007, la banda ha utilizado su voz para abogar por la justicia, la igualdad y la protección del medio ambiente. En entrevistas, Héctor Buitrago ha reflexionado sobre la evolución del rock, rememorando cómo, desde la era de los cassettes y vinilos hasta el mundo digital actual, la tecnología ha permitido a los artistas reinventar sus procesos creativos sin perder la esencia de su mensaje.
Más allá de los escenarios, la vida personal de sus integrantes también ha tejido parte del mito Aterciopelados. La historia de cómo la banda nació como Delia y los Aminoácidos, la irreverencia de Héctor y la historia de amor con Andrea, se han convertido en leyendas urbanas que alimentan la narrativa de una agrupación que siempre ha desafiado las convenciones.
Hoy, aunque Aterciopelados ha tomado caminos que los alejan progresivamente del rock en el que se forjaron, es innegable que sus tres primeros trabajos –Con el Corazón en la Mano, El Dorado y La Pipa de la Paz– siguen siendo auténticas joyas del rock colombiano, tesoros musicales que marcaron el inicio de una era y dejaron una huella imborrable en la historia de la música en Latinoamérica. Una de las bandas más icónicas del rock nacional.
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